Demoliendo La casa de los Títeres, Mendoza

Casa de títeres

El teatro de Títeres “Los Juglares”, integrado por Pelusa Oliveras y Luciano Ortega, damos nuestro apoyo a La Casa de los Títeres en la provincia de Mendoza, un sitio cargado de magia y respeto, en el que sucede lo fantástico.

Una casa que es de los títeres y al que los titiriteros tenemos acceso, al igual que los niños y los adultos que conforman el público.Desde 2004 la nueva Casa de los Títeres da respuesta a una necesidad vital, como el aire y el pan.

Por eso es indispensable que las autoridades municipales de turno tomen cartas en el asunto y, en lugar de trabas burocráticas, pongan a disposición sus expertos en el tema para buscar un modo viable que permita conceder la habilitación de este espacio.

Es necesario auspiciar, dejar circular la alegría y la canción, la leche y la miel, el gozo por lo vivo. Por eso desde nuestra valija itinerante y junto con nuestros títeres nos sumamos al anhelo de que no se le ponga cerrojo a una casa que se nutre de la madre tierra y que echa a volar pajaritos en la cabeza, esos que nacen desde el pie, atraviesan el corazón y se abren a las manos enfundadas con muñecos vivos y parientes.

Llamamos a la reflexión de los funcionarios y les recordamos que más allá de que cierren casas y pasillos fantásticos, la poesía igual seguirá latiendo; y en ese latido, las sístoles y las diástoles de los titiriteros -contra viento y marea- continuarán pulsando en los rincones que, seguramente, habrán de reconstruirse de los escombros.

De todos modos, señores funcionarios municipales -insistimos- aún están a tiempo de sumarse y cambiar la conjugación del verbo “clausurar” por el casi olvidado y necesario: “colaborar”

Un abrazo a nuestros compañeros titiriteros de La Casa de los Títeres de Mendoza.

Luisa (Pelusa) OliverasLC 5.070.249
Luciano Ortega DNI 8.596.240

Los Andes, 17 septiembre de 2007 Escribe el lector

NdR: Que maestros para decir con altura lo que ese Intendente se merece...
Ah, la imagen es gentileza de la Casa Divergente, ya saben, ese diario es muy serio y jamás haría una cosa así