domingo, 2 de marzo de 2008

Política Cultural Jaqueada (2)

Nota: recomendamos leer primero: Política Cultural Jaqueada (1)

En la foto. los angelitos derruidos y tritones sin rostro son los únicosque velan por la cultura mendocina...



La aclaración recientemente firmada por Ozollo Javier acierta en su serie de precisiones contra las imprecisiones de M Padilla en dar a conocer los sentidos ocultos de la gestión. Pero posteriormente al largo rodeo disgregatorio del sociólogo, permítanme la libertad de des-ovillar el rollo del rodeo que el susodicho acomete.


Usualmente los aprendices de políticos toman como objeto de sus fantasías conspiradoras, de comidilla de gabinete o de mofa a-crítica, las acciones del periodismo: está mal si lo hacen ellos (los otros fuera del poder político) porque es parte del nefasto delirio partidocrático, pero lo que los ciudadanos podemos permitir es que nos engañen los que escriben en medios gratuitos y no estos funcionarios pagos por nosotros mismos.

Los funcionarios no partidarios del clan universitario (que el peronismo acumula siempre en gestiones culturales) no son ningunos santos inocentes, tienen apatías, votan democráticos pero ejercen autoritarios, no tienen otra ideología que perdurar y defienden los intereses de sus planes de cuotas interminables, reclaman de los ciudadanos que se expresen pero no ejerzan presiones en las decisiones y de los medios que comenten sus acciones ínfimas devenidas grandilocuentes por los títulos que les ponen y en eso no hacemos hincapié porque de su insolidez se encarga el tiempo a poco de transcurrir.

Aclaremos que el escriba contestatario SI fue funcionario de la gestión anterior, y mucho más, fue funcionario ahijado de la gestión anterior a la recontra anterior, hace 10 años, duranta el fantasmal Instituto de la Cultura, o ya no se acuerdan?

Contra toda buena administración, las subdirecciones o direcciones son cargos políticos, ocasionalmente ocupados por profesionales, de ninguna manera cargos técnicos porque éstos nunca han sido creados en sus fabulosos organigramas de dudosa credibilidad más allá del marco del power point al que nadie presta atención.

El problema es precisamente que ha desembarcado el peronismo, o sea, el movimiento de ideas que recubren la mera estrategia de la toma del poder por el poder que abarca especimenes de la extrema derecha a la más camaleónica izquierda.

Sería una pérdida de tiempo y de mal gusto repasar las biografías de gran parte de los responsables y mucho más las incoherentes filigranas vendidas como ideas estratégicas, fanttásticos Planes de Cultura para 10 años..., que la apatía de la sociedad no se ha enterado aún que estén en vigencia en parte alguna de la estructura de la Secretaría de Cultura.

Con la paciencia de un ex maestro rural que no conoce la voracidad de los lobos corderos que lo rodean pero algo olfatea, el Sistema contempla como la lana va cayendo por los pasillos, es barrida por los encargados de la limpieza y ve brillar los dientazos que se avecinan a su ínsula calma en lo que podríamos llamar “la cultura ruralizada desvirtuada por el peronismo urbano académico”.

Un tema central es el uso del dinero, como todos saben, sobre todo si es el dinero ajeno. Por lo que sabemos, el Gobernador no cumplió lo promovido en las reuniones con la comunidad cultural que pudo acercársele y como uds. saben lo que llamamos Presupuesto Vendimia nunca se ha considerado “dinero de la cultura” y resta esperar que Turismo u otra entelequia ministerial se encarguen de Eso, así verían al Rey desnudo, tal cual está.

Duplicar 16 significa 32 y no 28(presupuesto declarado), esa diferencia de 4 millones sería útil para duplicar los presupuestos de todas las áreas de cultura, solicitados desde hace tantas gestiones.

Y no hablaremos aquí de nuestra Fuerza de Elite, la OFP(Orquesta Filarmónica Provincial), gheto especial si los hay, y no se actúa responsablemente porque no se cumple con la ley que la enmarca o no se discute la aristocratización que esa ley fundamenta en desmedro de otras opciones de la cultura general.

Si hacen lo que nadie entiende, acumular responsabilidades y fomentar super coordinaciones de elefantiásica agilidad sin llamar a concurso sus cargos claves ni asignarles presupuestos operativos.

Las internillas ya no son tales, más bien se externalizaron por propia lógica, de que lo que la alfombra del comedor esconde lo sabe el portal de la calle. Los funcionarios se la pasan discutiendo buscando alianzas ocasionales entre viejos lobos de edificio y recientes zorrillos contratados y eso no fortalece la democracia de una institución no democrática, o alguien votó por alguno de los que allí toman decisiones?

Tampoco es bueno es que se repartan el poder entre las internas del partido instalando en el gobierno las falacias de sumisión y dependencia que los clanes políticos imponen a sus esbirros para forzar la obediencia debida hacia arriba.

Tenemos que bajar el énfasis porque cuando el funcionario enfatiza, el erario sufre de incontinencia contractual, afirmando al tenor de las meses transcurridos que a este gobierno tampoco le interesa demasiado el área de la cultura que no se someta a la disciplina anteriormente expresada.

Veamos en forma global esta afirmación.

Se destruyó una experiencia de Ministerio así como antes destruyeron la experiencia de Instituto de la Cultura que el mismo régimen había levantado destruyendo otro Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología (casi los mismos prota-agonistas), armando una dependencia menor mentirosamente similar a la Secretaría Nacional. Sin haber preguntado a los sectores de la gestión cultural (independiente, municipal, empleados y ex funcionarios y proveedores, entre otros) le quitan autonomía y firma al Secretario de Cultura para la toma de decisiones, aunque viaje con el Gabinete por media provincia.

No se jerarquiza nada al depender de la Secretaría General de Gobernación, como en la falaz época Iglesista. Al menos nos salvamos de tener otro miembro de una familia ligada al poder en muchos lados y variopintas gestiones, con la canalización del area patrimonio, la sobreactuación de lo “sociocultural” y el engendro exportador que ni al fantasma neoliberal más ingenioso se le hubiera ocurrido implementar. Esto no es el mal menor.

Si no se publica el Balance de Gastos en Cultura, la duplicación fantasiosa no expresa nada.

Resulta un milagro que no haya explotado el edificio a manos de tantos candidatos de equipos técnicos que se probaron trajes de funcionarios y abortaron antes de tener el chek-in en mano. Será prácticamente imposible detener la voracidad de expertos burócratas frente a la sencillez no cándida de académicos aburridos y gestores territoriales poco ortodoxos y poco amados en sus terruños, amontonando improvisadamente visiones desparejas sobre políticas culturales y funciones superpuestas y olvidos imperdonables que aplazarían el parcial de cualquier estudiante de los abundantísimos cursitos de gestión cultural.

Todo este capital de paciencia cultural de la sociedad gastado en pocos meses…La otra gestión lo hizo en 3 años. Está claro que a quien no le interesa el área estatal es a los ciudadanos: una obviedad objetiva grande como el Cerro de la Gloria. Por eso nada cambia.

Igual llenaremos montones de editoriales y e-mails, para amortiguar aunque sea un poco, tanta vacuna contra el ejercicio de la memoria crítica, y en contra de la soberbia estulta que miente, oscurece y patea la pelota a otras canchas, intuyendo que mientras transcurran -que no no es vivir, Eladia dixit- (en el tiempo, en los cargos…), con algo se quedarán…