Fecha: viernes, 29 de agosto de 2008, 8:13 pm
La corporación minera multinacional inicio otra escalada durante el mes de agosto, con su séptimo lobby Mining Corporation Argentina, realizado en el Centro de Congresos oficial de Mendoza, y avanzó con la presentación de la próxima explotadora del yacimiento cordillerano de San Jorge, cuprífero y aurífero, en el Norte mendocino, directamente a cargo del intendente pejotista de Las Heras, Rubén Miranda, como anfitrión. Miranda hizo una conferencia de prensa por la parte empresaria, Coro Mining -con socios capitalistas chilenos- en un inefable y grueso gesto corporativo, y la invitó a depositar en la comuna su informe de impacto ambiental, para su aprobación, pese a la voluntad manifiestamente contraria de la gran mayoría de los pobladores mendocinos, opuestos al saqueo, la contaminación y la desertificación que causa la minería metalífera a gran escala, desde Uspallata -donde radica el yacimiento- hasta el sureño General Alvear. San Jorge, un yacimiento de más de 600.000 toneladas de cobre, y con diseminación de oro, ubicado junto a unos arroyos cordilleranos a 3000 metros de altura sobre la cuenca de afluentes norteños del Río Mendoza, en la denominada pampa del Yalguaraz, podría ser explotado por el sistema de fluídos, o de "flotación, con sulfatos que aumentan la densidad del agua y separan por capas los metales según su peso, con el peligro de las aguas sulfatadas sobre las vertientes norteñas de Uspallata, según informó un geólogo de la dirección de Minería. Lo increíble del caso es que tanto el intendente Miranda como el gobernador Jaque, por el momento expectante, después de los cortes de ruta en Tunuyán y en San Carlos, pasan por arriba de la ley promovida por los pobladores -al cabo de tres años de movilizaciones-que prohibió el uso de químicos tóxicos en la minería de metales, como cianuro, mercurio y ácido sulfúrico, y hacen una convocatoria abierta a la explotación de las multinacionales. La audacia y la ambición de los políticos mendocinos no tienen límites, aún al riesgo de volver a enfrentar pobladas y cortes de ruta, como los que impidieron la explotación del yacimiento en Laguna del Diamante, en el valle de Uco, por parte de una subsidiaria de la Barrick Gold, con sus accionistas Bush, impulsados en este caso internamente por el gobernador sanjuanino Gioja, que ya los tiene como socios en el yacimiento sanjuanino de Veladero. Los K, Gioja, Jaque, y ahora un intendente del Gran Mendoza, demoran una ley de uso del suelo prometida durante la campaña electoral y escalan peligrosamente la cordillera para extraer los metales preciosos, de la mano de las compañias piratas, dinamitando montañas con glaciares, secando arroyos y contaminando vertientes por el uso de millones de metros cúbicos de agua y químicos en las piletas de separación de los metales, y peor aún, cobrando mínimas regalías de muy bajo valor -3 por ciento-, sobre las rocas con el metal bruto. Es la ultima política criminal, o neoliberal, desde los malditos 90´, con intereses tan grandes y evidentes que los vinculos corporativos se hacen flagrantes, como los de los chilenos virreinales y colonizados de San Jorge, uno de apellido Rojas, que llamó desvergonzadamnente en la "cumbre minera" a torcer la ley que impide el uso de cianuro -cuyos efectos, entre otros, inhiben el igreso de oxígeno en los tejidos de los seres vivos-, mientras el intendente hacía un rol prácticamente representativo de la empresa. Nada nos asombra ya, en el neoliberalismo, por definición, el gobierno de los transaccionistas de mercado, los "grandes jugadores" y depredadores de los bienes vitales, como su intercambio de roles corporativos, también por definición, circulares y funcionales a los intereses comunes, o concurrentes, de los grupos de poder. Unos cien pobladores del Valle de Uco, ambientalistas, universitarios, docentes, montañistas y vecinos de Las Heras autoconvocados, entre otros, manifestaron a fines de agosto, con máscaras y calaveras contra las minería metalífera desertificadora y envenenadora, frente a los gerentes y ejecutivos de las multinacionales reunidas en un "congreso", junto a la Casa de Gobierno. Mientras tanto, el socio petrolero K, Cristóbal López, junto con el banquero K , Brito (Macro) anunció sus tratos corporativos con el grupo Uno, del ex ministro menemista corrupto confeso, Manzano, y Vila, una sociedad con capitales iniciales norteamericanos y ahora británicos desconocidos ("Ragusa capital" y "Ketsal"), dueña ya de media provincia, con los negocios inmobiliarios de la usurpación y ocupación de tierras para reventa en el pedemonte, y con los servicios privatizados de energía y de agua, entre otros. Todos juntos explotarán los yacimientos petroleros de Chachahuén, en la cuenca neuquina, adjudicadas al grupo en trámites licitatorios irregulares por los gobiernos de Cobos y Jaque, sucesivamente, sobre los mapas de exploraciones realizadas por la petrolera estatal YPF hace cuarenta años, para la entrega, la corrupción y el saqueo de los socios menemistas. La fórmula neoliberal de los mercenarios es muy práctica: unos se presentan para conseguir las concesiones, con más de cien millones de dólares sólo declarados como inversión, y otros vienen detrás con el capital financiero para apostar a las acciones en la bolsa y operar momentáneamente los yacimientos. Por supuesto, sin descuidar el gran negocio minero: mientras tanto, juegan con la chapa de su pasquín empresario pirata, "El ciudadano" -tal como en Buenos Aires lo hacen con Ambito Financiero- para hacer de voceros del presidente de la cámara minera, Zenobi, y de los socios foráneos. Claudio José Bramanti. Periodista independiente. Periódico Reportero XXI. |
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